Este número, siguiendo cierta inspiración “barthesiana”, está dedicado a la cuestión de los mitos. Desde aquellas construcciones simbólicas que vienen de los tiempos remotos a las formas contemporáneas de convivencia colectiva en la que, mal que les pese a los predicadores de la razón, los mitos se hacen presentes: en la ciudad, en las distintas expresiones culturales, en la lengua y en las diferentes manifestaciones de la vida social. Ensayistas e intelectuales intervienen en este número, tratando al mito como un enigma al que hay que interrogar, un poco para comprender, otro poco para recuperar sensibilidades que posibiliten imaginar aquello que aún nos inquieta y conmueve.