Ajeno a todo lo que antes y a lo que mucho después se escribiría sobre la música y sus circunstancias históricas y filosóficas, Paul Groussac sigue en este volumen la trama de la polémica nietzscheana: ¿hay una poética musical traducible a teorías de la cultura? Este enigma literario toma la forma de formidables crónicas, revisiones del vínculo extraordinario –pero más bien visto como una traducción imposible– entre la música y la literatura.